TRANSAMINASA GLUTAMICO PIRUVICA [TGP-ALT]

La prueba de Transaminasa Pirúvica, más conocida como Alanina Aminotransferasa (ALT) o GPT, es un análisis de sangre que mide el nivel de esta enzima. La ALT se encuentra en altas concentraciones dentro de las células del hígado (hepatocitos). Es el marcador más específico de daño o inflamación hepática. En Centrolab, tu laboratorio clínico en Medellín, este examen es un pilar fundamental de cualquier perfil hepático.

Estos son 5 beneficios clave de medir la ALT:

1. El Indicador Más Específico de Daño en las Células del Hígado: Su principal beneficio. A diferencia de otras enzimas como la AST, la ALT es mucho más específica del hígado. Un nivel elevado de ALT en la sangre es una señal muy fuerte y directa de que existe una inflamación o un daño activo en los hepatocitos.

2. Detección Temprana de Enfermedades Hepáticas Silenciosas: El hígado puede estar sufriendo un daño significativo sin causar ningún síntoma. La ALT puede estar elevada mucho antes de que aparezca la ictericia (piel amarilla) u otros signos de enfermedad. Es una herramienta de tamizaje (screening) crucial para detectar enfermedades como la hepatitis viral crónica o el hígado graso en sus etapas iniciales.

3. Monitoreo de la Actividad de la Enfermedad Hepática Crónica: En pacientes con un diagnóstico conocido de hepatitis crónica (como por virus B o C) o hepatitis autoinmune, la medición seriada de los niveles de ALT es la forma más sencilla de monitorear la actividad de la enfermedad. Un aumento indica un "brote" o reactivación, mientras que una normalización indica una buena respuesta al tratamiento.

4. Vigilancia de la Toxicidad Hepática por Medicamentos: Muchos medicamentos pueden ser tóxicos para el hígado. En pacientes que inician un tratamiento con fármacos potencialmente hepatotóxicos (como ciertas estatinas, anticonvulsivantes o quimioterapias), el monitoreo periódico de la ALT es fundamental para detectar cualquier daño hepático de forma temprana.

5. Componente Esencial del Perfil Hepático: La ALT nunca se interpreta sola. Es una pieza indispensable del perfil hepático, junto con la AST, GGT, Fosfatasa Alcalina y Bilirrubinas. El patrón de elevación de estas enzimas le da al médico pistas cruciales sobre el tipo de enfermedad hepática (daño celular, obstrucción biliar, etc.).