La prueba de litio implica tomar una muestra de sangre para medir los niveles de litio en el torrente sanguíneo. El litio es un medicamento comúnmente utilizado para tratar trastornos del estado de ánimo, como el trastorno bipolar. Este análisis se realiza para asegurarse de que los niveles de litio en el cuerpo estén dentro del rango terapéutico.

Es esencial mantener los niveles de litio dentro de un intervalo específico para garantizar su eficacia y minimizar el riesgo de efectos secundarios potencialmente peligrosos. Los niveles demasiado bajos pueden resultar ineficaces en el tratamiento, mientras que niveles demasiado altos pueden causar toxicidad por litio, lo que conlleva síntomas como temblores, debilidad, confusión, problemas cardíacos y, en casos graves, incluso coma.

La prueba de litio se realiza generalmente mediante una muestra de sangre venosa y, dependiendo de la pauta de tratamiento, puede requerir una extracción en ayunas o en un momento específico después de la toma del medicamento para evaluar la concentración del mismo en el cuerpo. El monitoreo regular de los niveles de litio es crucial para ajustar la dosis y garantizar un tratamiento seguro y efectivo.