Propósito: El coprocultivo es un estudio microbiológico que se realiza para identificar la presencia de bacterias, parásitos o levaduras en las heces que puedan ser responsables de infecciones gastrointestinales.

Indicaciones comunes: Se utiliza en pacientes que presentan síntomas gastrointestinales como diarrea persistente, fiebre, dolor abdominal, vómitos o sangre en las heces, ayudando a diagnosticar infecciones bacterianas, parasitarias o fúngicas.

Toma de muestra: Se recolecta una muestra de heces en un recipiente estéril proporcionado por el laboratorio. La muestra debe ser fresca y sin contaminación con orina o agua del inodoro. Se toma una cantidad específica para el análisis.

Procesamiento de la muestra: En el laboratorio, se siembra una porción de la muestra en diferentes medios de cultivo que fomentan el crecimiento de bacterias, levaduras u otros microorganismos presentes. Estos cultivos se incuban durante un período de tiempo para permitir que los microorganismos se multipliquen.

Identificación de patógenos: Después de la incubación, se observa el crecimiento bacteriano, parasitario o fúngico en los medios de cultivo. Se realizan pruebas específicas para identificar los microorganismos presentes y determinar su susceptibilidad a los antibióticos.

Interpretación de resultados: Los resultados del coprocultivo identifican los microorganismos presentes y ayudan a seleccionar el tratamiento más adecuado si se encuentra un patógeno. Además, informan sobre la sensibilidad de los microorganismos a diferentes antibióticos.

Uso clínico: El coprocultivo es esencial para el diagnóstico y manejo de infecciones gastrointestinales. Los resultados guían el tratamiento específico, como el uso de antibióticos dirigidos contra el microorganismo identificado